• Noveno paso. Apunte hacia la figura con el arma adecuada (recuerde beber el contenido del cáliz si estuviera lleno). Las instrucciones para apuntar con el pantáculo son simples: sosténgalo por las partes de color negro y encare el lado cóncavo en la dirección hacia la cual desea apuntar. Apuntar con la vara o con la daga no necesita explicación. Sostenga el cáliz por el pie o por la base y señale con la parte destinada a contener el líquido hacia afuera, lejos de usted. Si todavía no tiene estos instrumentos, utilice las palmas de sus manos, mirando hacia fuera. Diga:
Por el poder de Sa-dai El Chai (pronuncie el nombre de Dios con voz vibrante) y en su nombre, te ordeno (diga el nombre de la imagen creada), que te disuelvas, que te esfumes, que te marches, que desaparezcas. Quedas desterrado para siempre y nunca volverás. ¡Así debe ser!
Estas palabras debe pronunciarlas con autoridad, como si fuera un poderoso rey, o una reina, hablando con el más inferior de sus súbditos. Recuerde, sin embargo, que no es usted quien va a destruir aquello que no desea, sino el poder de lo Divino, a través de usted.
• Décimo paso. Realice el Ritual del Pilar del Medio muy brevemente. Luego, como en la Circulación del Cuerpo de Luz, sienta la energía descender, pero esta vez hágala descender por sus brazos y salir por sus manos, atravesando el instrumento mágico adecuado (si lo tiene) y atravesando el centro del pentagrama que se encuentra delante de usted (no debe haberse desplazado hacia ningún otro lado), hasta llegar a la figura. Visualice cómo la energía se vuelve más y más fuerte y la figura se debilita cada vez más y se va transparentando. Con cada exhalación, la energía que emana de usted debe ser más y más intensa hasta que la figura creada sea vencida completamente y desaparezca. Prosiga con este envío de energía, en nombre de la Divinidad, durante al menos un minuto después de haber destruido la figura del todo.
• Undécimo paso. Ahora, alce los brazos formando una letra «V» con ellos. Si ha utilizado un instrumento mágico, debe tenerlo en la mano derecha y señalando hacia arriba. Alce la vista y diga:
Yo os saludo, Señor del Universo. Yo os saludo a Vos, que no habéis sido creado por la naturaleza. No míos, sino Vuestros son el poder y la gloria por los siglos de los siglos, AMÉN.
• Duodécimo paso. Una vez más, realice el RMDP. A continuación, visualice como su círculo mágico se va esfumando ante su mirada, pero sepa que continúa estando allí. Anote los resultados en el diario.
La técnica I.O.D. puede ayudarle a resolver muchos problemas. Pero recuerde que usted es sólo un mago en formación. Cuando un chef aprende a cocinar no siempre hace unas comidas perfectas, de modo que quizás su técnica I.O.D. tampoco sea perfecta al principio. Es posible que deba repetir esta técnica varias veces hasta conseguir librarse de algo no deseado. Si ha creado usted (o ha comprado) una versión artística de su visualización, debe destruirla completamente después de practicar la I.O.D. Por otro lado, si el problema no le impide desarrollar su trabajo, siga con algún otro aspecto de su personalidad que desee modificar y regrese al anterior más tarde.
Si usted y el resto de los miembros de su grupo practican la técnica I.O.D. con regularidad, es posible que el grupo empiece a trabajar armoniosamente unido. Y si desea usted trabajar solo, su propio trabajo con la técnica I.O.D. le convertirá en una persona mejor.