Esta ceremonia no sustituirá en ningún caso el tratamiento de un médico normal, de un doctor. Pero es posible que el doctor deba cambiar el tratamiento cuando descubra que el paciente ha mejorado o está prácticamente recuperado.
• Primer paso. Solicite a la persona del grupo más experta en la adivinación (por ejemplo, con el Tarot) que practique una para saber si es adecuado llevar a cabo la curación. Si no lo es, no la realicen. Confíen en la adivinación.
• Segundo paso. Si la respuesta a la adivinación es positiva, pregunte a la persona enferma si da libremente su permiso al grupo para practicar esta ceremonia de curación. Si la respuesta es no, no sigan adelante. Aunque la persona haya estado suplicando anteriormente que la curaran, la pregunta debe realizarse. Si la respuesta es positiva, preparen la zona de trabajo tal como se indica a continuación:
a) Hagan un círculo con sillas, de modo que quede suficiente espacio para caminar alrededor del mismo, por la parte exterior. Puede haber más sillas que personas.
b) En el centro debe haber el altar con la parafernalia habitual encima. Debe situarse otra silla, para la persona que va a curarse, delante del altar, mirando hacia el Este. La persona enferma deberá permanecer sentada en esta silla durante la ceremonia, sobre todo si no forma parte del grupo practicante. Los demás pueden sentarse en el círculo de sillas, según deseen.
• Tercer paso. Deberá escogerse a una persona para que dirija el Ritual de Relajación. Esta persona utilizará una voz lenta, profunda y relajante, casi como si intentara dormir a un bebé.
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