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Los seres mágicos y su influencia en el destino. Los seres mágicos surgen en el mundo del espíritu y se nos aparecen de diferentes formas, algunas muy bellas, otras más siniestras, pero en definitiva como entidades con ciertas propiedades fuera de lo común. A estos seres también se les conoce como seres elementales, por su gran relación con los elementos de la naturaleza: el aire, el agua, la tierra y el fuego, al que hay que añadir el éter como quinto elemento. Aunque no se clasifican entre la especie humana porque algunos vuelan como si fueran espíritus, no lo son, porque estos seres beben y comen como los hombres. Los elementales tampoco tienen el alma que tienen los humanos. La filosofía se plantea si estos seres fantásticos existen en algún sitio, si son animales en realidad, pues al morir y no tener alma, se asemejan en ello a los animales. Pero que a la vez son más que estos porque, a la imagen de los hombres, son sabios, prudentes, locos, ricos y pobres al igual que ellos. Según la tarotista los seres mágicos, también llamados elementales, poseen propiedades fuera de lo común, aunque en parte son como los humanos con sus carencias y sus virtudes, pero también son como los animales que no tienen alma. Ah, lo olvidaba, también tienen sed y hambre. Todo un demostrativo de imaginación o exceso de sicotrópicos este texto. ¿Cuándo se demostró que los animales no tienen alma? O lo que es mejor, ¿cuándo se demostró que el hombre la tuviera? Esa parte de la película me la perdí. Además no conforme con la sarta de barbaridades que suelta, añade que la filosofía se plantea si estos seres existen en algún sitio. No puedo por menos que imaginarme una gran bacanal donde estuvieran invitados los más grandes filósofos de todos los tiempos que han contribuido de manera notable al pensamiento humano a lo largo de la Historia debatiendo sobre estos interesantísimos seres mágicos llamados elementales, eso sí, tras una buena cogorza. Lo que queda patente es que el coeficiente intelectual de la tarotista sí que es realmente “elemental”. También añade la tarotista una oración dedicada a los ángeles con la finalidad de proteger al individuo.